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Noticias de Bomberos Voluntarios de Olavarría

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La Ética es una parte de la filosofía que trata sobre la moral, las buenas costumbres y respeto a las normas sociales, cívicas, del derecho, de la convivencia y en el caso de los bomberos voluntarios, se le suman las de las tradiciones, ejemplos de vida, abnegación, honradez y ejemplo para la comunidad a la que pertenece.

Podemos decir que nadie puede ser un bombero voluntario, si primero no es una buena persona; para luego, como bombero, representar ante la comunidad un ejemplo de altruismo y modelo de civilidad como para ser imitado.

Condiciones éticas básicas, son la de la hombría de bien y el respeto absoluto a la verdad, sean cuales fueren las consecuencias de sostenerla, bajo cualquier circunstancia.

Los requerimientos éticos del bombero, le exigen no solo ajustarse a estas condiciones al momento de vestir el uniforme, sino que se hace extensivo a su vida particular, dentro del seno de su familia, en su lugar de trabajo, de recreación, en su vida pública en general, pues, ser bombero voluntario es un HONOR; y este reconocimiento lo obliga a no solo respetar su condición personal, sino que además, si su persona no respeta las normas éticas impuestas y fuera de la asociación las contraviene, su mal ejemplo perjudica a sus compañeros, al buen nombre de la institución y a todos los demás bomberos del país.

El respeto a la estructura jerárquica y administrativa, hace que deba mantener una posición de respeto a las normas funcionales, y cuando por cualquier adversidad deba accionar o reclamar de ellas, lo debe hacer a través de los mecanismos impuestos en las normativas al efecto.

La pulcritud e higiene personal, como el uso correcto del uniforme, aparte de ser una obligación para el Bombero en sí, es una norma ética de respeto al conjunto de personas que componen el Cuerpo, y es por sobre todas las cosas, una norma de convivencia, pues nadie debe soportar la suciedad o desprolijidad del otro, y en general todas van componiendo las normas éticas del bombero.

El abuso de las bebidas alcohólicas, el consumo de drogas o cualquier tipo de abuso o consumo de sustancias que alteren las condiciones psíquicas, son inadmisibles y contradictorias con las condiciones que se requieren del bombero voluntario.

Ante cualquier problema que se suscitara el Bombero siempre dice la verdad, por más cruel, antipática y dolorosa que ésta sea, dado que bajo el precepto de decir la verdad, sus superiores ejercerán la defensa de él, ya que el error es una posibilidad de incurrir cualquiera, pero el dolo y la mentira son actitudes de personas que no son dignas de vestir el uniforme.

Muchas veces, en su condición de Bomberos, deberán exponer ante un superior sobre hechos acontecidos que los involucra o como testigos del caso, sumado a ello, las oportunidades en que por su condición de servidores públicos, sean requeridos por la justicia a los efectos de exponer como testigos, y es en estos casos donde el bombero se debe limitar a manifestar solo y tan solo lo que pudo apreciar por sus sentidos, vista, olfato, tacto, gusto y oído, como por las pruebas que pueda aportar, y no dejarse influir nunca ni por los comentarios, ni dichos ni suposiciones.