En temporadas de frío es habitual que se produzca envenenamiento por acumulación de monóxido de carbono (CO2) en ambientes cerrados. También puede ocurrir que con motivo de las inundaciones ocurridas las personas necesiten generar calor dentro de los hogares para acelerar el secado de los interiores y sus equipamientos.
El monóxido de carbono (CO2) es un gas inodoro e incoloro que se encuentra en los gases producidos por generadores portátiles, estufas, automóviles, camiones, motores pequeños a combustible, cocinas, faroles y sistemas de calefacción o por la quema de carbón y madera. El CO2 de estas fuentes se puede acumular en espacios cerrados o parcialmente cerrados. Las personas que se encuentran en estos espacios pueden envenenarse y morir al inhalar CO2.
Síntomas:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Debilidad
- Náuseas
- Desmayos
- Vómitos
- Dolor en el pecho
- Confusión
Las personas que están dormidas o han estado consumiendo alcohol u otras sustancias que alteran las capacidades sensoriales pueden morir de envenenamiento por CO2, incluso antes de presentar síntomas.
Cómo prevenir la intoxicación por monóxido de carbono:
- Nunca utilices el horno de gas para calefaccionar el hogar.
- Nunca dejes encendido el motor de un vehículo estacionado en un espacio cerrado o parcialmente cerrado, como un garaje.
- Nunca quemes maderas, carbón, cartones, etc en ambientes cerrados para generar calor.
- Nunca utilices calentadores, lámparas, o estufas portátiles de campamento dentro del hogar.
- Nunca enciendas un generador o cualquier motor a combustible dentro de un sótano, garaje u otra estructura cerrada, incluso si las puertas o ventanas están abiertas.
- Mantené los conductos de ventilación libres de suciedad, especialmente cuando hay mucho viento. Los desechos que lleva el viento pueden bloquear las líneas de ventilación.
- Instalá estufas de tiro balanceado.
- Los calentadores de ambiente que consumen combustible sin salida de ventilación usalos solamente cuando haya una persona despierta para vigilarlos y las puertas o ventanas de la habitación estén abiertas para que entre aire fresco.
- No instales termotanques ni calefactores dentro del baño.
- Hacé que personal profesional capacitado instale y realice tareas de mantenimiento de todos los artefactos domésticos que consumen combustible
- Limpiá todos los años las chimeneas del hogar y sus tiros.
- Abrí al menos una vez al día puertas o ventanas para permitir la circulación de aire nuevo.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación
