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Viernes, 03 Junio 2016 1863

Los riesgos de esta vocación se desafían con mucha capacitación y entrenamiento

Los riesgos de esta vocación se desafían con mucha capacitación y entrenamiento Los riesgos de esta vocación se desafían con mucha capacitación y entrenamiento Bomberos de Olavarría

Nota extraída del ejemplar de ayer, 2 de junio, del diario El Popular.

En celebración por el Día del Bombero Voluntario, hoy se hará una formación del personal frente al Cuartel Central a las 8.30. Luego compartirán un chocolate y finalmente se entregará una ofrenda floral en el Monumento emplazado en Brown entre Colón y Sáenz Peña.

Con 38 años dentro de la entidad bomberil, Raúl Andrés Ferreira es uno de los referentes para cada bombero voluntario. Pero no solo por su impecable desempeño al frente del Cuerpo Activo desde hace tantos años, hoy con el cargo de comandante general, sino también por una historia personal que ha sido marcada a fuego por esta institución ejemplar.

"Ingresé a Bomberos el 1º de abril de 1978 cuando el Cuartel estaba ubicado sobre la calle Alsina. Si bien es cierto que ya tenía una cierta predilección para ingresar como voluntario. Hubo otros factores que me llevaron a dar ese paso, que en un principio, más allá de querer servir a la comunidad, prevalecía la aventura, la curiosidad y la influencia de mi abuelo Raúl Sacher, quien fue vicepresidente en el año 1954 y de mis tíos Raulito y Fico Sacher. Ellos fueron bomberos que fueron parte del comienzo de la historia de esta institución. Obviamente, con el transcurrir del tiempo y los años, uno va creciendo y escalando como profesional, lo cual viene acompañado, ya sí en esta parte, de responsabilidad y compromisos", explicó Ferreira sobre sus inicios como bombero voluntario.

Y agregó: "Bomberos Voluntarios es una institución sin fines de lucro por excelencia, compuesta por hombres sin paga, que brindan esfuerzo, sacrificio, dedicación y coraje, arriesgándolo todo en cada emergencia a la cual acudimos. Siempre debemos buscar para cumplir nuestros objetivos un equilibrio entre el hogar, el trabajo y nuestra vocación, ya que a nuestra familia le restamos una cantidad de tiempo importante, cubriendo nuestras ausencias, sabiendo pasar inteligentemente a un segundo plano cuando somos llamados a una emergencia o una guardia. Lo mismo ocurre con nuestro empleo. Y mucha gente desconoce muchos de estos aspectos".

Asimismo, indicó que "en la actualidad el abanico de servicios a cumplir es muy amplio, desde incendios de todo tipo, rescates, inspecciones a empresas, charlas de prevención y visitas educativas en todos los niveles, así como prácticas de evacuación y hasta cursos de capacitación. Esto nos obliga a multiplicarnos porque la tarea es inmensamente demandante. Estamos haciendo el esfuerzo de tratar de cubrir las 24 horas con una guardia mínima, tratando de no dejar huecos para responder lo más rápido posible a un llamado de emergencia, tomando en cuenta que lo nuestro es una carrera permanente contra el tiempo".

"Esta actividad es altamente riesgosa y en cada salida nos encomendamos a Dios, pero tengo en claro algo: los riesgos de esta vocación se desafían con mucha capacitación y entrenamiento, más allá de cada emergencia nos deja una experiencia distinta que luego volcamos a los más jóvenes".

Los consejeros

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Pero para Ferreira hablar del bombero voluntario también conlleva a destacar el papel de los dirigentes que acompañan permanentemente tanto para el sostenimiento financiero de la entidad como para la provisión de equipos y vehículos: "El principal objetivo del conductor de un Cuerpo de Bomberos es armar un equipo junto al Consejo Directivo, para que su primer paso sea contagiarles el ritmo que ejerce la institución para que podamos gestionar recursos y sustentar el servicio, que va desde la compra de equipamiento, mejoras edilicias, incorporaciones de unidades al parque automotor, hasta gastos fijos ocasionados por la vida diaria de la institución".

"Todos estos gastos se tratan de solucionar con ingresos que llegan desde las rifas, el estacionamiento medido, cuota societaria, remates, servicios pagos, donaciones o subsidios. De todas maneras, creo que todos los que estamos al frente de esta responsabilidad luchamos para que a través de leyes u ordenanzas se logre el sustento propio, para una mayor proyección de crecimiento", detalló.

Frente a esa enorme responsabilidad que asumen a diario, Ferreira destacó que "quiero mandarles a los consejeros mis felicitaciones por el trabajo ad honorem que realizan en su gestión para colocar al Cuartel lo más alto posible, y al presidente Alberto Peña por no bajar jamás los brazos, entender a cada uno y por el cariño que nos brinda día a día".

Para el jefe bomberil este no es un día más: "Llevo 38 años como bombero voluntario y me siento orgulloso de haber cosechado muchos amigos dentro de mi Cuartel y en otros del país, como también he conocido personas muy buenas a nivel empresarial, político, institucional, que se han interesado por nuestro trabajo voluntario. Tuve la suerte de viajar al extranjero por cursos, compras de equipamiento y de alguna manera hemos copiado modelos que nos ayudaron a nuestro crecimiento".

En este sentido, "hablando de nuestro crecimiento, me ha tocado junto con mis compañeros del Cuerpo y del Consejo tomar la decisión de descentralizar nuestro Cuartel Central para brindar una respuesta con mayor rapidez ante los auxilios solicitados, teniendo que invertir en esto muchas horas de trabajo y la generación de recursos. Así surgieron los destacamentos de Loma Negra, Sierras Bayas e Hinojo. Y ahora se proyecta la instalación de un Centro de Atención Rápida para el barrio CECO".

El Cuerpo

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"En la actualidad, como Jefe de Cuerpo, tengo la responsabilidad de conducir el destino de 150 hombres, el excelente funcionamiento de 25 unidades que conforman nuestro parque automotor y estar atento a que las 1.200 salidas que se producen al año se cumplan con eficacia", aseveró Ferreria. Para luego remarcar que "quiero recalcar que esto lo hago con el acompañamiento incondicional de mi segundo jefe, Marcelo Menchaca, y de los hombres que conformamos un grupo con tremendas condiciones humanas, desinterés, valor y profesionalismo".

Y reflexionó: "Cada llamado a una emergencia penetra muy profundo en nosotros, es por eso que a veces no medimos riesgos, tratando de salvar lo que más se pueda en el menor tiempo posible. Como hecho no deseable sufrimos en carne propia el dolor y la pérdida de los demás y a veces, por mucho tiempo, convivimos con imágenes que no podemos sacarnos de nuestras retinas. En ese sentido tengo experiencias de todo tipo, buenas y malas".

"Una de ellas fue el recate de un bebé de los brazos de su padre, en una casa totalmente en llamas por un incendio que él mismo ocasionó, contrariado por cuestiones familiares, que no dejaba acercarse a la Policía ni a los servicios de salud, ya que se encontraba armado. En ese momento no me importó el arma y sólo atiné a arrebatarle al nene para salvarlo de una muerte segura", rememoró, entre una de las anécdotas que lo marcaron profundamente en su vida como bombero.

"Quiero desearles un feliz día del Bomberos Voluntario a todos mis hombres y a los más de 50 mil que desarrollan esta vocación en la República Argentina, instándolos a seguir capacitándose para volver sanos y enteros a casa y a cumplir con éxito en cada intervención".

"Agradezco profundamente a mi esposa Ana María y a mis hijas Lucía y Juanita por permitirme desempeñar con total tranquilidad esta elección de vida, así como a mi madre y mi hermana María Gabriela, que me acompañan desde los primeros años de mi carrera".

Finalmente, Ferreira planteó que "me siento orgulloso de ser Bombero Voluntario y de poder ser útil para mi comunidad, desde este humilde lugar. El único fuego que no apagaremos jamás es el de nuestra vocación".