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Jueves, 04 Agosto 2022 765

“Me escapé de mi casa para ir a ver un incendio”

Continuando con el segmento de entrevistas, dialogamos con Marcelo Fabián Pethes, parte del cuerpo de reserva de Bomberos Voluntarios de Olavarría. Hablamos acerca de sus primeros pasos dentro de la asociación, así como también aprovechamos la ocasión para que nos cuente como es la vida de un bombero voluntario, que dedica sus años al servicio de la comunidad.

¿Cuál es el primer recuerdo que tenes relacionado a bomberos?

Me acuedo que ingresé a la institución el 25 de septiembre de 1982, con 15 años. Voy a cumplir 40 años acá adentro ahora. La mayor parte de mi vida la he transitado acá practicamente. El primer recuerdo que tengo con la asociación es el día que me vine a anotar para ser bombero. En esa época se escuchaba mucho radio Olavarría en las casas, y se hizo el llamado a inscripción para aspirantes, así que decidí anotarme por cuenta mía. Cuando llegué a la convocatoria me acuerdo que, sin ponernos de acuerdo, nos encontramos con 3 amigos del barrio. Uno de ellos es el ahora subcomandante Marcelo Menchaca y otro de ellos era Miguel Ingrata. Los 3 amigos del barrio reunidos en bomberos. Ese es el primer recuerdo que tengo, porque sin haber tenido ningun tipo de contacto, convergimos los 3 ahí y de hecho hicimos toda la carrera juntos.

Recuerdo tambien de ser mas chico, tener 10 años y estar con hepatitis en cama. Estaba solo en mi casa porque mis papás trabajaban. Un día escuche la sirena de bomberos, mientras que veía una columna de humo negro cerca de mi casa. Agarre la bicicleta y salí siguiendo el humo. Me acuerdo que era un incendio de un camión de brea, de asfalto, en la zona de Av. de Trabajadores, y yo vivía por la zona del hospital. Así enfermo y todo, agarre mi bicicleta, me escapé de mi casa y me fuí a ver el incendio. Después volví a mi casa como si nada, llegué, me acosté y mis papas nunca se enteraron de eso.
Después si, siempre que habia un incendio en el barrio yo salia con la bicicleta, ya era común para mí. Cosa que para otros chicos de mi edad no. No les llamaba tanto la atención, osea que algo ya había. Había una predisposición previa en mi vida a ser bombero.

¿Cómo es tener desde tan chico responsabilidades como las de un bombero?

Yo creo que bombero se nace y no se hace. Es como que ya naces con un don y dentro de ese don hay una responsabilidad. Obviamente a la edad que entré, en plena adolescencia, no tenía idéa de muchas de las cosas que pasaban y fuí aprendiendo con el tiempo. Pero bueno fue algo que me atrapó desde siempre.

De hecho recuerdo que el jefe que estaba en ese momento, me advirtió que si me llevaba materias en la escuela me iba a sacar del cuartel. Hoy se que era una amenaza mentirosa pero eso me encarriló para poder centrar mis responsabilidades, las de la escuela y las del cuartel. Porque si era por mi, yo podía pasar el día entero acá adentro. Me pasaba que esta dedicación que yo tengo por bomberos, en una etapa, desplazó otras actividades como el estudio.

Yo a lo largo de mi trayectoria tuve 5 jefes/comandantes. Todos ellos siempre resaltaron la importancia de cuidar a la familia, el trabajo, el estudio, además de ser bomberos. Ese es lema, aunque después llevarlo adelante es otro tema. En mi caso, fue muchisimas veces primero bomberos, despues lo demás.

¿Te acordás de tu primera salida?

Si, si. Fuí a un incendio de pastizales me acuerdo. Fuimos con un camión, la unidad 3 más precisamente. Esa unidad además tiene historia. Nunca pudimos hacer que anduviera como escalera mecánica y entonces decidimos usarla como autobomba unicamente. Me acuerdo que nos subiamos todos juntos ahí arriba e ibamos a los incendios. Con esa unidad asistimos a un montón de lugares. 

Y bueno desde mi inicio en bomberos hasta acá siempre seguí en la institución, haciendo diferentes cosas, pero seguí.

Porque no te despegas más de acá, no querés irte. De hecho, yo al pasar a la reserva, es decir, que dejas de formar parte del cuerpo activo y dejas de tener ciertas responsabilidades, no abandoné el cuartel. Porque la frase de que esto es como nuestra segunda casa, es verdad. Siempre me gusta pasar por aca, al menos un ratito, a saludar, tomarme unos mates siempre que se pueda. Ni hablar si en algún momento te dan la posibilidad de ir a algún servicio o incendio, porque podemos seguir haciendolo. A veces se da que justo estas acá y te toca subirte a un camión y salir, es adrenalina pura.

¿Cómo se siente después de varios años seguir formando parte de bomberos?

Yo en mi caso siento un gran reconocimiento por parte de quienes están hoy a cargo de la institución, para con quienes hemos dejado parte de nuestra vida acá adentro. Hoy en día incluso, me han dado la responsabilidad de liderar el grupo del cuerpo de reserva. Y la verdad que es un placer muy lindo ver la cara de bomberos de la reserva, y de que manera disfrutan el simple hecho de venir a un acto, a una formación o que simplemente se los nombre y reconozca. Los llena mucho de orgullo, y eso es una forma de recibir el agradecimiento de la institución por todos los años que uno le dió y le sigue dando, porque mientras se pueda, uno siempre está a disposición para lo que la institución precise.

¿Tenes muchos recuerdos con la asociación en estos años de servicio?

Tenemos miles de anectodas, buenas y malas. Por ejemplo cuando suena la alarma, uno se sube al camión y sale a un siniestro, siempre pensando que va a un incendio o accidente. Pero lo que nunca pensas es que algun familiar tuyo puede ser el involucrado, porque tu familia basicamente es parte de la sociedad donde vos estás prestando servicio. A mi me pasó tener que asistir a un accidente vehicular, y que las personas a asistir sean mi hermana, mi cuñado y mis sobrinos. Me acuerdo que estaba a cargo de la dotación, pero llegué ahí y me paralicé. Entonces mis compañeros rápidamente tomaron el mando y me ayudaron a mi también. Y es que eso también está bueno, el tema de la capacitación, el tema de estar preparados para todo. Yo siempre puse mucho enfasis en eso.

Despues anecdotas tenemos miles, muchas graciosas también, de compartir el día a día incluso. Porque son muchas horas compartidas acá adentro, y a traves de eso se va formando una relación de amistad; en muchos casos, terminás encontrando acá adentro ese hermano que no tuviste. Con los compañeros terminas compartiendo toda tu vida, las cosas buenas, malas, todo.